Paris Charlotte vuelve con actitud de dueña. Se levanta la blusa, enseña las tetas y abre las piernas ya mojada, lista para que se la revientes. La cogida es dura, gemidos sucios y su coño apretando hasta ordeñarte. Termina con la boca y la cara bañadas en leche, lamiéndose los dedos como si fuera poco.