Mady se arrodilla y empieza a mamar como si fuera lo único que sabe hacer. Lengua caliente, garganta abierta y baba cayendo. Te mira fijo mientras se la traga entera. No hay poses, solo mamada sucia y profunda. Y cuando te vienes, abre la boca y se deja llenar la cara de leche.
No habla. No gime. Solo quiere tu verga en la boca.